La metamorfosis de las marchas a través del tiempo
- Punto Seguido UPC

- 28 nov 2020
- 3 Min. de lectura
Cada manifestación en el país ha dejado una huella social y su impacto se debe a varias razones. En Punto Seguido analizaremos algunas de las más trascendentales y cuáles fueron sus resultados.
Escriben: Alec Alban, Camila Salazar, Ludwing Romero.

En los últimos tiempos, el Perú ha pasado por diversos escenarios políticos, sociales y económicos. Como sabemos todos, desde las primeras semanas de noviembre nuestro país se ha visto envuelto en un panorama conflictivo donde los protagonistas no solo fueron el Legislativo y Ejecutivo, sino también la denominada “Generación del Bicentenario”.
“Las movilizaciones sociales surgen, en la historia, a raíz de un malestar coyuntural o temas a desarrollar en concreto. Estas manifestaciones nos permiten entender a una sociedad que va transformándose y, sobre todo, que exige cambios fundamentales en leyes o modos de comportamientos sociales”, aseguró el historiador Fernando Armas Asín.
Por otro lado, según el politólogo Luis Matos Zuñiga, es importante analizar la historia del país en todo el proceso de la construcción de la república, puesto que no se ha logrado consolidar procesos democráticos formales entre los gobiernos y la sociedad. Además, agrega que los peruanos han sido muy participativos y permanentes durante las movilizaciones.
Por ello, en los últimos tiempos hubo diversas marchas como la de “Los Cuatro Suyos”, “Con mis hijos no te metas”, “Igualdad de género”, “La Ley Pulpín”. Estas manifestaciones tuvieron un gran alcance debido a su difusión. Sin embargo, es importante conocer y analizar cuáles han sido los resultados y el impacto que generaron estas marchas que se dieron a lo largo de los últimos veinte años.
Hitos. Marcha de los 4 suyos (27 de julio, 2000); Marcha "ley pulpín" (15 de enero 2015); Marcha por la igualdad de género (21 de mayo, 2016); Marcha "Con mis hijos no te metas" (4 de Marzo, 2017); Marchas contra la violencia de género (25 de noviembre,2017 y 11 de agosto, 2018)
¿Necesaria o urgente?
Según Matos Zuñiga, existen dos tipos de manifestaciones con distintos perfiles. En primer lugar, están las marchas necesarias o también llamadas principistas. Estas tendrían un impacto a largo plazo, ya que son temas que con el tiempo serán debatidos con expectativas de tener una solución. Las más comunes fueron las marchas de la “Ley Pulpín”, “Violencia de género”, “Igualdad de Género” y “Con mis hijos no te metas”. En segundo lugar, las urgentes o coyunturales, que son aquellas que se dieron forzosamente debido a la coyuntura que se vivió en el panorama político o social. Marchas como la de “Los Cuatro Suyos” y de la “Generación del Bicentenario” han logrado un cambio rápidamente y fueron trascendentales en el país.
“Estos tipos de movilizaciones como la coyuntural y la principista buscan la transformación social y muestran su desacuerdo con los diversos temas. Finalmente, ambos son motores que generan el cambio y transformación en nuestro país”, sentenció Fernando Armas.
¿Qué gano?
Para el sociólogo Moises Rojas, hemos encontrado como país algo que celebrar, que es el triunfo de una generación de jóvenes entre los 20 y 30 años de edad. Ellos son muy conscientes de sus derechos cívicos, políticos y sociales. Además, son capaces de organizarse, articular esfuerzos y logran derrumbarse un Gobierno.
“Es una generación que también es consciente de temas sociales y políticos que sí les gustaría sacar adelante. Creo yo que en los próximos diez a quince años se van a producir cambios acelerados en diversos aspectos de la vida de la sociedad peruana. Esta generación y de las que vengan serán las responsables de los nuevos cambios”, precisó el historiador Armas.
¿Y si no marcho?
Una marcha o protesta, aun más si es masiva, va a influir enormemente en la creación de cambios sociales o generar derechos a la ciudadanía, afirma el periodista Martín Riepl. “Ya lo hemos visto con las ocho horas de trabajo, por ejemplo. Es un caso que siempre se toma para graficar la relevancia de una manifestación popular”. Sin embargo, considera que no es el único método; el sistema de partidos políticos representaría muy bien las demandas ciudadanas y de este modo se canalizarían las urgencias.
Finalmente, hasta la actualidad perdura un gran problema originado por los partidos políticos y las élites gobernantes, donde el pueblo se siente olvidado y abandonado. En busca de atención y hacer valer sus derechos recurren a marchas como símbolo de su disconformidad y democracia. Aunque algunas quedan en el olvido siempre hay un sacrificio detrás. La historia parece no cambiar, por eso se deben crear puentes directos para una mejor comunicación tanto del gobierno y sus habitantes. El camino es largo pero la esperanza persiste. El futuro dependerá de nosotros.
































Comentarios